viernes, 30 de octubre de 2009

Hermano Jesús Gaona Hernández

…he aprendido a contentarme
cualquiera que sea mi situación.


Con mucha emoción el hermano Jesús nos cuenta cómo, desde el momento de su conversión empezó a notar la diferencia en su vida, dejó el vicio de la cerveza y ya no más ha vuelto a caer en él. Llevó el discipulado y levantó sus ojos y se acordó de su tierra y de su parentela. El primero de enero del 2002 con la compañía del hermano Matías llegaron a Garambullo con la idea de evangelizar a los habitantes. Esas primeras veces llegaron a casa de sus padres, pero no fueron bien tratados, entonces el Hermano tuvo la visión de conseguir una casa en el mismo ejido, para recibir a los hermanos que llegaran. A mediados de ese mismo año hubo la posibilidad de comprar un terreno con algunos cuartos construidos y aunque estaban abandonados y sin puertas, decidieron comprarlo. Cuenta que la primera vez que llegaron él y su esposa, llevaban despensa para una semana y la dejaron en el primer cuarto mientras ellos se acomodaron en el piso sobre unas colchas. Pero al amanecer se dieron cuenta que la despensa ya no estaba; los perros habían tomado las bolsas y las habían roto y habían regado todo el mandado, entonces no tenían nada para comer, pero en ese momento vieron la mano de Dios con ellos, cuando iban llegando los vecinos y les llevaban guisos ya preparados y algunas otras cosas, de modo que pudieron comer bien durante toda la semana. Así pues, Dios ha manifestado que su mano está en ese lugar y con el hermano Jesús. Él tomó la decisión de irse a vivir definitivamente al ejido, movido por la necesidad de que haya alguien responsable por la vida espiritual de los creyentes en Garambullo. Ahora el hermano lleva los devocionales cuando no hay alguien que vaya de Monterrey. Se llena de alegría y confianza al ver el templo ya con techo y los hermanos que en cada reunión se gozan con los cantos y la palabra de Dios. Ha decidido dejar su trabajo en la ciudad para ir a su tierra y su parentela y llevarles lo la palabra de Dios, “he aprendido a contentarme cualquiera que sea mi situación”. El hermano no ha estudiado formalmente la Biblia, sólo lo que ha aprendido por medio de las predicaciones y la escuela dominical, pero tiene toda la voluntad de ser obediente a Dios.

JAR.: ¿Qué proyectos tiene para éste lugar? (Garambullo) -
Hno Jesús: Quiero, si Dios me da licencia, levantar unos cuartos allá atrás, para que cuando ustedes vengan, así como ahora en grupo, se puedan quedar aquí, y no tengan que ir a otros lados.

JAR.: ¿Qué le pediría a la iglesia, qué cosas hacen falta?
Hno Jesús: Aquí faltan muchas cosas en cuanto a lo espiritual, pero vamos bien. Nada más les pido que nos sigan apoyando como hasta hoy, con sus oraciones y en lo material así como lo han hecho. Y también les pido que oren por mi papá que esta mal de su salud”-


Hermano. José Arnulfo Reyes Chávez

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