martes, 27 de octubre de 2009

Hermano Matías Costilla Amador (1 de 3 Partes)

Todo lo puedo
en Cristo que me fortalece
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El hermano Matías Costilla Amador nació el 24 de febrero de l936 en Cerritos, municipio de García, Nuevo León, sus padres fueron Domingo Costilla Torres y Natalia Amador. Estudió la primaria y dos de sus amigos de esa época son Ignacio y Emilio Martínez. Su deporte favorito fue el baseball y le gustaba practicarlo. Tuvo dos hermanas Leonor y Eulalia, él es el más chico. A los 16 años de edad vino a radicar a Monterrey. Antes de ser llamado por Dios trabajo en la construcción y mas tarde laboro en la empresa KRAFT de México.

En el año 1957 el hermano Matías conoce a la hermana Virginia en la colonia Fama en Santa Catarina, N. L. y un año después en noviembre contraen matrimonio. En ese entonces ninguno de los dos conocía a Cristo.

Cuando tenia 26 años el hermano David Mata le hablo de Cristo y el lo recibió. En 1967 el hermano Matías sintió la necesidad de servir en la obra de Dios y aun estando laborando en la empresa decidió renunciar. Renunciaba a todo lo material que tenia para ingresar al Instituto El Buen Samaritano en Matamoros Tamaulipas, para prepararse en el servicio a Dios. Pero al ver sus jefes que era una persona responsable y de confiar le insistieron para que no dejara el trabajo, ofreciéndole aumento de sueldo para que se quedara. Nuestro hermano fue una persona de renombre en su trabajo, teniendo la oportunidad de relacionarse con personas influyentes y de visitar lugares y restaurantes lujosos en nuestra ciudad.

De la Colonia Fama venían hasta Monterrey para asistir a los cultos y para salir a los ejidos a repartir nuevos testamentos. Aun el hermano estaba trabajando en lo secular y por un tiempo estuvieron así saliendo a visitar con el pastor.

Nuestro pastor, al sentir el llamado de Dios, su esposa no estaba de acuerdo, pues gozaba de un buen sueldo y muchas prestaciones. El se enfrentó a una difícil situación al no sentirse apoyado por su ayuda idónea, nos cuenta la misma hermana Virginia que el hermano Matías le dijo: “no voy a amar mas lo material que a Dios”, y al sentirse turbado decidió ir a meditar en una habitación y finalmente él escucho la voz de Dios y escogió el mejor camino y dijo: “Dios proveerá”. Y efectivamente Dios proveyó lo necesario para ellos, pero aun así la hermana dice que ella estuvo como 5 meses inconforme por la decisión del hermano, sin embargo Dios le habló a través de un pastor que platicó con ella para exhortarla a que fuese apoyo, complemento y verdadera ayuda idónea para el.

Continuará…
Hna. Ana Edith Gaspar Rodríguez

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