viernes, 30 de octubre de 2009

La merced de nuestro Padre


La merced de nuestro Padre,
es un faro en su brillar,
Él nos cuida y nos protege
con las luces de alta mar.

¡Mantened el faro ardiendo!
¡Arrojad su luz al mar!
Que si hay almas pereciendo,
las podréis así salvar.

Reina noche de pecado,
ruge airada negra mar,
almas hay que van buscando
esas luces de alta mar.

Ten tu lámpara encendida,
que en la tempestad habrá,
algún náufrago perdido,
y tu luz le salvará.


Phillip P. Bliss

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